"Y no olvidemos que para el creyente el dolor es un clavo de la cruz de Cristo y, por lo mismo, semilla de resurrección y gloria".
(A propósito de la pregunta acerca de la posibilidad de abortar a las criaturas deformadas por la Talidomida, droga en uso entre los años 1958 y 1963).
Sección Cartas y Consultas
Revista Mensaje N 112, Septiembre de 1962
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